Navarrete, una tranquila localidad en La Rioja, se convirtió en el escenario de un emocionante encuentro de balonmano.
Este partido tenía un matiz particular que capturó la atención de todos: se jugaría sin el uso de resina en el balón. La resina era un elemento esencial en el balonmano, y su ausencia prometía una experiencia inusual para los jugadores y aficionados por igual.
El ambiente en el polideportivo era tranquilo pero expectante. Los seguidores locales y visitantes compartían un respetuoso entusiasmo por ver a sus equipos en acción, conscientes de que este enfrentamiento tenía un atractivo especial debido a la inusual condición del balón.
El partido comenzó con ambos equipos demostrando su habilidad y adaptándose a las condiciones particulares del balón sin resina. Los jugadores lucharon por mantener el control, lo que resultó en tiros y pases menos precisos de lo habitual. La falta de adherencia añadió un desafío adicional al encuentro.
medida que avanzaba el partido, la intensidad en la cancha se mantenía a pesar de las circunstancias. Las defensas se mantuvieron firmes y los ataques perseverantes, y los goles se sucedían en ambas porterías.
Al descanso los Corazonistas marchaban por delante 15-16. La segunda parte, continúo la dinámica de sucesión de goles llegando a ponerse cuatro goles por delante el conjunto rojillo.
A medida que pasaban los minutos, el cansancio en los jugadores hacía mella en sus cabezas y provocaba la perdida de balones y como consecuencia la remontada y brecha en el marcador por parte del A.D. Navarrete. Los últimos minutos fueron emocionantes, con ambos equipos anotando en ráfaga. Finalmente, el pitido final sonó con una victoria para el A.D. Navarrete.con un marcador de 34-30.
A pesar de la derrota, los jugadores del Corazonistas fueron aplaudidos por su esfuerzo, y los espectadores reconocieron el valor de este partido único en el que la falta de resina en el balón había añadido un giro interesante a la experiencia del balonmano en Navarrete.